El impulso potencial de la economía a través de la ley DREAM significa que DACA llegó para quedarse

El Centro para el Progreso Americano (Center for American Progress) y la Asociación para una nueva economía estadounidense (Partnership for a New American Economy) publicaron un estudio conjunto en el que se encontró que el trabajo de hasta 223,000 de los 2.1 millones de jóvenes inmigrantes indocumentados que cumplen con los requisitos elegibles para acogerse a la ley DREAM (Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros) impulsaría significativamente la economía. Esto podría lograrse porque sería más fácil que se inscribieran, pagaran y completaran una educación universitaria, lo que, a su vez, daría lugar a un aumento en los beneficios económicos para Estados Unidos. El informe llega a la conclusión de que si se diera un estatus legal a los inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños, su mayor acceso a la educación universitaria y a mejores empleos sumaría $329,000 millones y 1.4 millones de empleos a la economía de la nación a lo largo de los próximos 20 años.

El informe apoya la aprobación de la ley DREAM, que otorgaría la residencia legal a inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños y que cuenten con educación de nivel secundaria o hayan sido dados de baja del ejército de manera honorable. Cuando se introdujo por primera vez el proyecto de Ley DREAM en 2001, fue un esfuerzo bipartidario. Desde entonces, se ha vuelto más unilateral, con un apoyo mínimo del partido Republicano.

Cuando se volvió poco probable que se aprobara la ley DREAM, el presidente Obama trató de dar algún tipo de alivio a quienes hubieran podido acogerse a la ley DREAM y utilizó su autoridad ejecutiva para crear la el programa de Acción diferida por inmigración durante la niñez (DACA). El programa DACA no otorga un estatus legal ni abre un camino a la ciudadanía estadounidense, pero sí ofrece a los jóvenes inmigrantes indocumentados dos años de protección de la deportación y una autorización de trabajo que deberá renovarse cada dos años.

Sin embargo, el apoyo de los republicanos para quienes hubieran podido acogerse a la ley DREAM podría ir en aumento. Originalmente, durante las primarias republicanas, el candidato presidencial republicano Mitt Romney dijo que vetaría la legislación proporcionara una vía para obtener la ciudadanía para aquellos que se ampararan en el programa DACA. Sin embargo, el 2 de octubre de 2012, Romney dijo que respetaría los permisos de trabajo temporales de los jóvenes indocumentados inmigrantes autorizados a permanecer en Estados Unidos gracias al programa DACA. En una entrevista que se publicó en el Denver Post, Romney dijo que las personas que puedan obtener las visas por dos años para permanecer y trabajar en el país no las verían revocadas durante su administración. Sin embargo, Romney no hizo ningún comentario acerca de si eliminaría el plan de Obama para solicitantes futuros. En vez de esto, Romney está prometiendo establecer un plan integral de reforma de la inmigración antes de que venzan las primeras solicitudes realizadas a través de DACA.

A pesar de que el programa DACA se ha puesto en marcha con lentitud, parece que el impacto positivo que este grupo de inmigrantes podría tener en la todavía difícil situación económica de Estados Unidos ha hecho que el programa sea valioso y amerite mantenerse, independientemente de quién gane las próximas elecciones presidenciales, especialmente si la ley DREAM se topa con más demoras legislativas.